El problema que podría tener el film es convertirse en tan vacío como aquello que muestra, pero la historia nos arrastra a la locura humana, en una espiral que no tarda en llegar a la violencia, envuelta en una puesta en escena y un aspecto visual simplemente impresionante.
Ririko es la modelo más famosa de todo el país: llena las portadas de todas las revistas, incluso las de cotilleos que la relacionan con otro famoso, y es reclamada por todas las marcas para que protagonice sus anuncios. En la trastienda sin embargo, las cosas se ven de manera muy diferente, y trata de manera déspota a todos a su alrededor. Sus constantes retoques para seguir manteniéndose como la más deseada comenzarán a tener sus secuelas, cuando unas marcas comienzan a aparecer en su cuerpo. Por si fuera poco, una joven modelo parece que le comienza a comer terreno.
Si se rodara una adaptación de “El crepúsculo de los dioses” ambientada en la actualidad, seguramente veríamos a Norma Desmond dándose unas sesiones de botox o haciéndose algún retoque. Algo parecido es la vida de la diva Ririko, la protagonista del film, obsesionada por la belleza, por ser la más bella, la más deseada, por que el espejito le diga que sí, que ella no tiene rival.
Mika Ninagawa es una de las fotógrafas más importantes de Japón, por lo que conoce perfectamente ese mundo de vanidad y superficialidad, en el que lo que importa es lo que queda impreso en el papel y no tanto lo que se mueve alrededor. No parece que haya una voz más autorizada que la suya para rodar este declive de la supermodelo que comienza a sufrir las consecuencias de sus actos, hasta que la obsesión se comienza a convertir en locura.
“Helter Skelter” refleja todo ese mundo de vanidad que se esconde en la trastienda, y también la sociedad que la acepta y la acoge; tanto la gente alrededor de Ririko, que se desvive por ella y son capaces de cualquier cosa, como el público, esas adolescentes que en un café del cruce de Shibuya comentan que “quieren ser como” la modelo.
La película no sería la misma sin su actriz protagonista, Erika Sawajiri, por su actuación y por todo lo que representa. Después de cinco años apartada del mundo de la interpretación, regresa con este papel en el que la actriz pone toda la carne requerida en el asador, intensa, sensual, sexual, y con ese punto de fragilidad detrás de una capa de vanidad y soberbia. Simplemente un trabajo espectacular y lleno de valentía, que creo no ha tenido la repercusión y el premio que merece, y que probablemente por tratarse de un film fuera de la convencionalidad ha preferido ser simplemente olvidado.
El reparto que acompaña a la Sawajiri es espectacular, y hasta en los papeles más pequeños hay actores de primer nivel. Destaca por supuesto Shinobu Terajima (Caterpillar), como la abnegada ayudante de la modelo, que debe soportar sus desaires y ataques de ira, y Hirofumi Arai (Blue Spring) como el maquillador de la diva. Además nos topamos entre otros con Nao Omori (Vibrator) como un detective de policía que investiga la muerte de mujeres que han pasado por clínicas de belleza, Sho Aikawa (Zebraman) como un productor que se aprovecha de su puesto, y Yosuke Kubozuka (Go) como otra estrella, amante ocasional de Ririko.
Como decía al principio, la película podría caer en el vacío de la superficialidad de la que habla, pero la historia nos lleva en el descenso a los infiernos del personaje por el camino de la parte más oscura de las relaciones humanas y la violencia.
Su sitio en nuestras estanterías debería de ser entre, por un lado, los últimos fílms de Sion Sono por esa intensidad y ese exceso sexual y violento; por el otro, al lado de los fílms de Tetsuya Nakashima, por su puesta en escena cuidadísima, recargada, jugando constantemente con el derroche de color en pantalla, y técnicamente sensacional. Ya habíamos visto el estilo de la directora en la gran pantalla con su debut, “Sakuran”, pero aquí creo que da un paso adelante integrando aún mejor ese estilo visualmente muy impactante y atractivo, con la historia que nos cuenta.
Lo único que podemos desear en que Mika Ninagawa no tarde cinco años en volver a la gran pantalla. Con todos sus excesos, "Helter Skelter" es desde luego una visión más que recomendable.
8 de 10
El reparto que acompaña a la Sawajiri es espectacular, y hasta en los papeles más pequeños hay actores de primer nivel. Destaca por supuesto Shinobu Terajima (Caterpillar), como la abnegada ayudante de la modelo, que debe soportar sus desaires y ataques de ira, y Hirofumi Arai (Blue Spring) como el maquillador de la diva. Además nos topamos entre otros con Nao Omori (Vibrator) como un detective de policía que investiga la muerte de mujeres que han pasado por clínicas de belleza, Sho Aikawa (Zebraman) como un productor que se aprovecha de su puesto, y Yosuke Kubozuka (Go) como otra estrella, amante ocasional de Ririko.
Su sitio en nuestras estanterías debería de ser entre, por un lado, los últimos fílms de Sion Sono por esa intensidad y ese exceso sexual y violento; por el otro, al lado de los fílms de Tetsuya Nakashima, por su puesta en escena cuidadísima, recargada, jugando constantemente con el derroche de color en pantalla, y técnicamente sensacional. Ya habíamos visto el estilo de la directora en la gran pantalla con su debut, “Sakuran”, pero aquí creo que da un paso adelante integrando aún mejor ese estilo visualmente muy impactante y atractivo, con la historia que nos cuenta.
Lo único que podemos desear en que Mika Ninagawa no tarde cinco años en volver a la gran pantalla. Con todos sus excesos, "Helter Skelter" es desde luego una visión más que recomendable.
8 de 10
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2 comentarios:
Gracias¡¡¡ Me la apunto para comprarla en DVD (si sale)
Hay muchas ganas de verla, sobre todo por su reparto. Al menos su argumento dista bastante de lo que habitualmente ofrece el cine japonés contemporáneo.
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