viernes, 19 de octubre de 2012

Sitges 2012: Wolf Children


Mamoru Hosoda regresaba a Sitges una vez más, para llevarse con “Wolf Children” su tercer premio consecutivo a la mejor película de animación. No hay discusión posible sobre como Hosoda se ha convertido por derecho propio en uno de los mejores directores de animación del mundo, labrándose una carrera de una solidez incuestionable, y lo ha vuelto a demostrar con su nuevo trabajo.
Esta vez la fantasía vuelve a tener un lugar predominante en la historia, pero desde un tono mucho más familiar y cálido, puro costumbrismo mágico que conecta con las emociones del espectador
.
La protagonista es una chica, una vez más, en este caso Hana, una estudiante universitaria que comienza a interesarse por un misterioso compañero de clase. Poco tardan en comenzar a salir, y que él le cuente su secreto: en realidad es un descendiente de los últimos hombres lobo.
El amor supera todas las barreras y comienzan a vivir juntos, Hana queda embarazada de su primera hija, la hiperactiva Yuki, y poco después de su segundo hijo, el mucho más calmado Ame.
La desgracia no tarda en cebarse con la felicidad familiar, y el padre muere al intentar salir de caza por la ciudad para proveer comida a sus hijos.Hana sale adelante como puede, pero según pasan los meses y los años, y los niños crecen, cada vez es más difícil subsistir en la ciudad.
Es entonces cuando decide marcharse al campo, a una casa solitaria que adquiere por una miseria, y en la que comenzarán una nueva vida.

Hosoda vuelve a apretar las teclas adecuadas, con una historia rural en que la naturaleza, en el doble sentido, tanto como escenario, como la singularidad del carácter propio, dirigen una película que se agarra al corazón del espectador desde el primer minuto.
El desarrollo de la película es simplemente sensacional, y nos va envolviendo poco a poco con la historia, primero con la de la pareja, un amor prohibido que se desarrolla rápidamente sin necesidad de grandes aspavientos, sino con total naturalidad. Llega entonces una de las dos escenas maravillosas que nos regala Hosoda, muy cercanas al elogiado comienzo de “Up!”, en la que vemos un montaje musical de imágenes en el que nos muestra el paso del tiempo sin necesidad de palabras, solo con pequeños momentos, casi como si ojeásemos el álbum de fotos familiar.
Después de que fallezca el padre de las crías, vemos como Hana sale adelante como puede, con las dificultades de cuidar de dos niños, con el añadido de educarles para que no se muestren al mundo como son en realidad, pero conociendo y explorando sus orígenes. Y de ahí a la libertad del campo.

La película habla de ser fiel y luchar por la individualidad de uno mismo, pero también de aceptar a los demás. El mensaje integrador tiene en Hana, esa madre capaz de cualquier cosa por proteger a sus hijos y hacerles crecer de la manera más natural posible a pesar de que su naturaleza sea diferente, su máximo representante.
Es muy interesante como pasa el tiempo en el film, vemos como cambian los caracteres hasta el opuesto según pasan los años y los niños crecen, y como lidian uno y otra de manera muy diferente con su propia naturaleza: ambos caminos son válidos, con tal de llegar a la felicidad.

Puede ser una buena película para mostrar a los niños, para que vean el valor de la diferencia y ese carácter integrador, o el amor por la naturaleza, pero también tiene unos cuantos alicientes para los adultos, desde la propia historia de la pareja, hasta posteriormente como Hana sale adelante. Es también un film de segundos comienzos, y de hecho esa misma integración de los niños también la siente la madre.

  
A nivel técnico la animación es espléndida, y Hosoda da todo un recital en la dirección, mostrando la profundidad de los personajes, de todos, hasta ese viejo cascarrabias al que pone voz el gran Bunta Sugawara, y llenando la película de pequeños detalles que enriquecen la historia y hacen que “Wolf children” se convierta en algo realmente especial.

Pura emoción, pura magia de nuevo en la gran pantalla, esta es una historia de superación cautivadora. Pensaba mientras la veía en la butaca del cine que no me importaría estar otro buen rato viendo como pasan los años, y como continúa la vida de Hana, Yuki y Ame -y conste que esta no es una película corta con casi dos horas-. Pero es de ese tipo de pelis que traspasan la pantalla, y se convierten en un mundo paralelo, mucho más rico y agradable que este en el que vivimos.
Al fin y al cabo supongo que de eso se trata el cine.

Otra obra maestra en la lista de Mamoru Hosoda.

9´5 de 10.

5 comentarios:

Hola Víctor M.
Esta película me la apunto sin dudarlo. Tiene muy buena pinta.
Gran reseña, ahora le tengo más ganas ;P
Saludos desde la blogosfera.

Muchas gracias! ojalá nos llegue prontito, porque es lo mejor en animación que hemos visto este año, desde luego. Un saludo :)

¡Fantástica! Acabo de verla en un cine bastante abarrotado, y nadie se ha movido de su sitio prácticamente hasta el final de los créditos.
Espléndida dosificación de comedia y drama, de costumbrismo y reflexión, que avanza a un ritmo pausado pero firme y se agarra a la garganta sin darte cuenta.
Un imprescindible y, para mí, su mejor obra con diferencia.

Genial! realmente es una maravilla y estoy deseando que la licencien. Emociona a todos, también a los adultos, y es perfecta para ponersela a los crios ^^

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