Aunque por su poster pueda parecer que estamos ante simple película de Kickboxing, "Bunohan" es de todo menos eso, es un drama sobre las relaciones familiares y las consecuencias de los actos de las personas que tienen sobre ellos y los que le rodean.
El director independiente malayo Dain Iskandar Sadi, nos trae esta película metafísica sobre una familia disfuncional; sobre las diferencias, el resentimiento, y recuerdo de tres hermanos, de tres madres distintas, distanciados y su padre enfermo. Una historia de pasiones oscuras sobre la avaricia, el asesinato y el engaño.
Adil es un joven luchador de Malasia que pelea clandestinamente de un club a otro en la frontera con Tailandia. A la fuerza por sus deudas acepta una lucha a muerte que se convierte en su pesadilla. Cuando en esta pelea las cosas le ven mal, sus amigos lo sacan del ring y salen corriendo del lugar, huyendo a su aldea en Bunohan (que quiere decir "asesinato" en malayo).
El dueño del club con el que ha pactado la pelea y al que le debe el dinero, envía a un asesino tras él llamado Ilham, que va dejando un rastro de sangre en su búsqueda. Las cosas se complican cuando Ilham descubre que su objetivo es en realidad su hermanastro Adil, y que su otro hermano, Bakar, que tan solo quiere los terrenos y el dinero de su padre, también ha vuelto a casa.
La reunión familiar no sera nada agradable.
Mucho más cerca al cine de arte y ensayo que del cine noir o de artes marciales, Bunohan es una compleja y confusa película difícilmente de clasificar, donde el misticismo, lo sobrenatural, la magia y la religión, están muy presentes.
Aunque se incluye alguna que otra escena de violencia y de acción de kickboxing, no es una película que se mueva en el territorio comercial, esta sombría y metafísica película que opta por el realismo y ante todo el ritmo lento, esta llena de escenas contemplativas y de silencios, así como de personajes y situaciones llenas de misticismo y metáforas.
Un papel importante lo tiene el propio escenario, los desérticas paisajes y derruidas construcciones en que tienen lugar las pocas escenas de interior, que funcionan para expresar los sentimientos de los propios personajes, esa dicotomía del padre, siempre encerrado, mientras que sus hijos se buscan unos a otros entre las zonas de playa y de vegetación.
Visualmente el film es muy atractivo por como se ven precisamente esos paisajes, realmente impresionantes.
Un interesante drama familiar con elementos de crímen y misticísmo, pero que con un ritmo extremadamente lento no consigue emocionarnos.
El director independiente malayo Dain Iskandar Sadi, nos trae esta película metafísica sobre una familia disfuncional; sobre las diferencias, el resentimiento, y recuerdo de tres hermanos, de tres madres distintas, distanciados y su padre enfermo. Una historia de pasiones oscuras sobre la avaricia, el asesinato y el engaño.
Adil es un joven luchador de Malasia que pelea clandestinamente de un club a otro en la frontera con Tailandia. A la fuerza por sus deudas acepta una lucha a muerte que se convierte en su pesadilla. Cuando en esta pelea las cosas le ven mal, sus amigos lo sacan del ring y salen corriendo del lugar, huyendo a su aldea en Bunohan (que quiere decir "asesinato" en malayo).
El dueño del club con el que ha pactado la pelea y al que le debe el dinero, envía a un asesino tras él llamado Ilham, que va dejando un rastro de sangre en su búsqueda. Las cosas se complican cuando Ilham descubre que su objetivo es en realidad su hermanastro Adil, y que su otro hermano, Bakar, que tan solo quiere los terrenos y el dinero de su padre, también ha vuelto a casa.
La reunión familiar no sera nada agradable.
Mucho más cerca al cine de arte y ensayo que del cine noir o de artes marciales, Bunohan es una compleja y confusa película difícilmente de clasificar, donde el misticismo, lo sobrenatural, la magia y la religión, están muy presentes.
Aunque se incluye alguna que otra escena de violencia y de acción de kickboxing, no es una película que se mueva en el territorio comercial, esta sombría y metafísica película que opta por el realismo y ante todo el ritmo lento, esta llena de escenas contemplativas y de silencios, así como de personajes y situaciones llenas de misticismo y metáforas.
Un papel importante lo tiene el propio escenario, los desérticas paisajes y derruidas construcciones en que tienen lugar las pocas escenas de interior, que funcionan para expresar los sentimientos de los propios personajes, esa dicotomía del padre, siempre encerrado, mientras que sus hijos se buscan unos a otros entre las zonas de playa y de vegetación.
Visualmente el film es muy atractivo por como se ven precisamente esos paisajes, realmente impresionantes.
Un interesante drama familiar con elementos de crímen y misticísmo, pero que con un ritmo extremadamente lento no consigue emocionarnos.
Puntuación 5/10
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