Era normal que el fenómeno provocado por "Sex & Zen 3D: Extreme Ecstasy" diera lugar a un nuevo impulso al CAT III en Hong Kong, y a productos que intentaran repetir la fama y el éxito de la película erótica del año pasado. La primera en subirse al carro fue este "The 33D Invader", una película erótica que mezcla la comedia universitaria desfasada y la ciencia ficción con altas dosis de sexo. Repitiendo la formula de importar estrellas del AV japonesas, en este caso tanto la actriz Akiho Yoshizawa , como el maestro “Goldfinger” Taka Kato, junto al talento local, con chicas guapas y chicos... no tan guapos, esta mezcla de “Terminator” y “La mujer explosiva” con un toque de “Porky´s” es mala a rabiar, pero probablemente guste más a su público de lo que lo hizo “Sex & Zen 3D”.
Año 2046: la tierra esta invadida por una raza alienígena que ha dejado a la población estéril. La última mujer fértil, Futuro, es enviada atrás en el tiempo, con la misión de buscar a un hombre de semilla fértil y poder volver a casa embarazada, para así comenzar a repoblar de nuevo la humanidad.
La chica irá a parar al piso que comparten cuatro estudiantes de lo más salidos, en el que encuentra a un “donante” perfecto, aunque este, el único más recatado de los cuatro amigos, se niega a acostarse con ella al estar enamorado de una compañera de clase.
Pero detrás de Futuro llegan a nuestro tiempo dos alienígenas, Xucker 1 y Xucker 2, a impedir que cumpla su misión, matando y mutilando a cualquiera que se interponga en su camino.
La primera escena de la película, después de la primera presentación de la historia del futuro, es bastante definitoria de por donde van los tiros: cuatro chicas corren en bikini por la orilla de la playa, a cámara lenta, para luego llegar a su apartamento y tomar una refrescante ducha.
Algo de lo que se quejaba parte del público de “Sex & Zen 3D” es de las pocas escenas de sexo que hay realmente en la película, además de que es demasiado larga. Los productores de “The 33D invader” han debido de quedarse con la copla y no se están por tonterías, enchufando todas las escenas de sexo posibles, además de ser más subidas de tono, y en menos de hora y media. Ya que no podían competir con el megaéxito por medios, si que lo podían hacer añadiendo más sexo y dándole un carácter más chusquero, y eso es precisamente lo que han hecho, aunque el resultado sea peor y no hayan conseguido el éxito esperado.
El guión es un compendio de cosas, la trama futurista esta ripeada vilmente de “Terminator” (con el aderezo sexual, claro), así como la propia presentación de los personajes que vienen del futuro, además de la típica trama estudiantil con estudiantes salidos que hacen todo tipo de inventos para ver a sus vecinas desnudas. No pueden faltar las clásicas referencias a mil películas, desde el personaje que se llama “Stephen” y que viste como Stephen Chow en “Kung Fu Hustle” (pelo blanco incluido), “Avatar”, en la que probablemente sea la peor parodia a la película de James Cameron que vea en la vida, “X-men” y hasta “2046” de Wong Kar Wai.
El tono es en general chusquero, en especial en las escenas con los tres amigos del protagonista, y tiene algunos momentos sorprendentemente pasado de vueltas, tanto en el apartado sexual, como en un par de toques gore divertidos
Lo mejor del film es su actriz protagonista Macy Wu, que en su papel de debut cumple y un poquito más, y no sólo a la hora de sacarse la ropa, cosa en la que otras compañeras de reparto como Akiho Yoshizawa o la kazoongástica Chen Chih Ying le ganan en disponibilidad. Su presencia desde luego le da otro aire las escenas en que aparece, dando un tono mucho más inocente y rebajado de hormonas.
Me quedo también con los efectos especiales, que cumplen de sobras, tanto en los efectos digitales, y hay bastantes, como en las poquitas pero contundentes escenas splatter.
El director es un experto en la materia como Chin Man-kei también conocido como Cash Chin, creador de la saga original "The fruit is ripe" de la que se cogió en un principio el nombre de esta película (que era "The Fruit is ripe 33D", siendo la cuarta película de la saga, aunque por lo visto nada tenga que ver con las demás), y director de la secuela "Sex & Zen 2" en 1996. Curiosamente homenajea a la “Sex and Zen” original cuando el bueno de “Stephen” decide animarse la noche poniendo la película.
Es mala, no hay porque negarlo, pero ofrece lo que promete, y tiene tantos momentos ridículos, asquerosos, y divertidos que la sensación final tampoco es la de haber perdido el tiempo.
Año 2046: la tierra esta invadida por una raza alienígena que ha dejado a la población estéril. La última mujer fértil, Futuro, es enviada atrás en el tiempo, con la misión de buscar a un hombre de semilla fértil y poder volver a casa embarazada, para así comenzar a repoblar de nuevo la humanidad.
La chica irá a parar al piso que comparten cuatro estudiantes de lo más salidos, en el que encuentra a un “donante” perfecto, aunque este, el único más recatado de los cuatro amigos, se niega a acostarse con ella al estar enamorado de una compañera de clase.
Pero detrás de Futuro llegan a nuestro tiempo dos alienígenas, Xucker 1 y Xucker 2, a impedir que cumpla su misión, matando y mutilando a cualquiera que se interponga en su camino.
La primera escena de la película, después de la primera presentación de la historia del futuro, es bastante definitoria de por donde van los tiros: cuatro chicas corren en bikini por la orilla de la playa, a cámara lenta, para luego llegar a su apartamento y tomar una refrescante ducha.
Algo de lo que se quejaba parte del público de “Sex & Zen 3D” es de las pocas escenas de sexo que hay realmente en la película, además de que es demasiado larga. Los productores de “The 33D invader” han debido de quedarse con la copla y no se están por tonterías, enchufando todas las escenas de sexo posibles, además de ser más subidas de tono, y en menos de hora y media. Ya que no podían competir con el megaéxito por medios, si que lo podían hacer añadiendo más sexo y dándole un carácter más chusquero, y eso es precisamente lo que han hecho, aunque el resultado sea peor y no hayan conseguido el éxito esperado.
El guión es un compendio de cosas, la trama futurista esta ripeada vilmente de “Terminator” (con el aderezo sexual, claro), así como la propia presentación de los personajes que vienen del futuro, además de la típica trama estudiantil con estudiantes salidos que hacen todo tipo de inventos para ver a sus vecinas desnudas. No pueden faltar las clásicas referencias a mil películas, desde el personaje que se llama “Stephen” y que viste como Stephen Chow en “Kung Fu Hustle” (pelo blanco incluido), “Avatar”, en la que probablemente sea la peor parodia a la película de James Cameron que vea en la vida, “X-men” y hasta “2046” de Wong Kar Wai.
El tono es en general chusquero, en especial en las escenas con los tres amigos del protagonista, y tiene algunos momentos sorprendentemente pasado de vueltas, tanto en el apartado sexual, como en un par de toques gore divertidos
Lo mejor del film es su actriz protagonista Macy Wu, que en su papel de debut cumple y un poquito más, y no sólo a la hora de sacarse la ropa, cosa en la que otras compañeras de reparto como Akiho Yoshizawa o la kazoongástica Chen Chih Ying le ganan en disponibilidad. Su presencia desde luego le da otro aire las escenas en que aparece, dando un tono mucho más inocente y rebajado de hormonas.
Me quedo también con los efectos especiales, que cumplen de sobras, tanto en los efectos digitales, y hay bastantes, como en las poquitas pero contundentes escenas splatter.
El director es un experto en la materia como Chin Man-kei también conocido como Cash Chin, creador de la saga original "The fruit is ripe" de la que se cogió en un principio el nombre de esta película (que era "The Fruit is ripe 33D", siendo la cuarta película de la saga, aunque por lo visto nada tenga que ver con las demás), y director de la secuela "Sex & Zen 2" en 1996. Curiosamente homenajea a la “Sex and Zen” original cuando el bueno de “Stephen” decide animarse la noche poniendo la película.
Es mala, no hay porque negarlo, pero ofrece lo que promete, y tiene tantos momentos ridículos, asquerosos, y divertidos que la sensación final tampoco es la de haber perdido el tiempo.
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