“Kaseifu no Mita” ha resultado el Jdrama más exitoso no ya de la temporada invernal, sino de los últimos diez años; como os comentábamos ayer, superó a los nuevos proyectos de dos favoritos del público nipón como Sho Sakurai y el propio TakuKimu con unos impresionantes registros del 40% de audiencia en su último episodio, la tercera más alta de la historia de la tv japonesa.
La clave hay que buscarla en el personaje protagonista, la empleada del hogar Mita, una mujer de carácter robótico, que no muestra emoción alguna y que cumple las ordenes que le son dadas a rajatabla, a la que Nanako Matsushima (The Ring) da un aura muy especial. Y también en los guiones, que reflejan la deconstrucción de una familia disfuncional de una manera sentimentalmente atroz, sin guardarse los golpes.
Pese a que pueda sonar a drama lacrimógeno, no lo es en absoluto, sino que aunque también tiene sus momentos ligeros, el tono es más cercano a la rabia, con algunos momentos de violencia muy chocantes, en lugar de buscar la lágrima fácil.
Mita llega para trabajar como empleada del hogar en casa de los Asuda, que recién cumplen el día 49 de luto por la muerte de la madre de la familia. Su presencia hace encender la mecha del polvorín que supone la situación del padre y los cuatro hijos de la familia, y pronto comienzan a desvelarse secretos sobre las circunstancias de la muerte de la madre, y los sentimientos de culpa que albergan todos ellos. Todos ellos buscan en Mita un hombro en el que llorar, al que acudir, pero su actitud es la de permanecer impasible ante cualquier situación que haya en la casa, y la de responder y actuar con total claridad en todo momento. Al principio esto no hace sino enervar los ánimos, pero pronto todos los miembros de la familia descubren que la nueva empleada cumple, tal como les avisaron, cualquier orden que le sea dada, como les dice su jefa, “en un ejemplo extremo, si le ordenáis que mate a alguien, lo hará sin dudarlo”.
Mita es desde ese momento utilizada como una herramienta que usan todos los miembros de la familia para hacer o decir lo que les gustaría pero no se atreven. Eso da pie a muchos momentos de tensión en los que Mita permanece impasible y actúa con determinación, y así se crean momentos de violencia física, y sobretodo violencia verbal, especialmente desde los hijos hacia su padre.
Los ocho primero episodios son especialmente duros en ese sentido, en que la familia se quiebra cada vez más hasta quedar totalmente destrozada, llegando a lo más profundo del pozo.
Es muy curiosa la relación entre Mita y los niños de la familia, ya que con su actitud impávida y extremadamente reservada y su capacidad para responder cualquier pregunta de manera acertada (desde resolver un problema hasta nombrar a todas las AKB48) y hacer cualquier tarea a la perfección, les llama la curiosidad y quieren saber más de ella. Por otro lado, también les impone y les da miedo. Eso da pie a los momentos más ligeros de la serie, que también los hay y muchos.
Como serie de televisión, es muy poco convencional, a pesar de guardar algunas formas, sobretodo por el tono que se utiliza muy seco y directo, suceden cosas realmente duras con una naturalidad pasmosa, descoloca ver que uno de los hijos adolescentes le pegue un puñetazo a Mita, o que esta intente ahogar a otro niño siguiendo las ordenes del hijo menor. Y lo mismo con los diálogos, se dicen frases muy duras con total sinceridad. En otras manos esta serie podría haber dado un culebrón lacrimógeno impresionante, pero aquí se busca más llegar al alma que a la lágrima fácil.
Un elemento curioso es el de la banda sonora, ya que en algunos momentos sensibles suenan las melodías tristes, pero en momentos realmente especiales la música se detiene y escuchamos a los actores transmitir sus sentimientos sin el realce de la música; punto positivo para el director.
Comento que guarda las formas ya que hay elementos muy típicos de las series de televisión, como las frases que repite una y otra vez Mita, las escenas rutinarias que vemos en todos los episodios, o el hecho de que los primeros episodios estén centrados en cada uno de los hijos, aunque sigan totalmente la evolución de la historia central. También podrían entrar aquí la mayoría de los personajes secundarios, especialmente el “personaje cómico”, que esta vez es la tía de los niños, una profesora torpe a la que todo le sale mal. Poco a poco casi todos ellos tienen su momento de importancia en la serie.
Nanako Mitsushima merece todos los elogios posibles por este trabajo, por su manera de llenar de frialdad llena de tensión a Mita. Su interpretación es simplemente perfecta, capaz de mostrar la mayor impavidez y serenidad en sus actos, pero con una mirada llena de intensidad y sentimiento.
Del reparto me gustaría destacar a Shiori Kutsuna, que interpreta a la hija mayor de la familia, y a Taishi Nakagawa, el otro hijo mayor, ambos con muy buenos momentos de tensión, aunque el segundo tienda más a pasarse de vueltas, algo por otro lado natural para su personaje.
Punto aparte para Hiroki Hasegawa que interpreta el papel del padre de familia, un hombre débil, pusilánime, cobarde y cargado de culpas. Aunque desde luego no es el mejor actor del mundo y no le pone toda la fuerza a su papel, por lo menos no sobreactua, y cumple.
El guionista de la serie ya ha comentado que no va a haber más Mita más allá de los once episodios de la serie, y no hay previsto ni rodar continuación ni para la pequeña ni la gran pantalla, como tampoco un episodio especial.
La oferta de la NTV seguro que no le ha faltado, ya que la cadena ha conseguido gracias a los ratings de la serie robar la corona de cadena más vista del año a la Fuji Tv.
Que no os engañe la imagen del poster, o la sinopsis: “Kaseifu no Mita” esta llena de sentimiento. Una serie muy poco convencional que no puedo dejar de recomendar.
La clave hay que buscarla en el personaje protagonista, la empleada del hogar Mita, una mujer de carácter robótico, que no muestra emoción alguna y que cumple las ordenes que le son dadas a rajatabla, a la que Nanako Matsushima (The Ring) da un aura muy especial. Y también en los guiones, que reflejan la deconstrucción de una familia disfuncional de una manera sentimentalmente atroz, sin guardarse los golpes.
Pese a que pueda sonar a drama lacrimógeno, no lo es en absoluto, sino que aunque también tiene sus momentos ligeros, el tono es más cercano a la rabia, con algunos momentos de violencia muy chocantes, en lugar de buscar la lágrima fácil.
Mita llega para trabajar como empleada del hogar en casa de los Asuda, que recién cumplen el día 49 de luto por la muerte de la madre de la familia. Su presencia hace encender la mecha del polvorín que supone la situación del padre y los cuatro hijos de la familia, y pronto comienzan a desvelarse secretos sobre las circunstancias de la muerte de la madre, y los sentimientos de culpa que albergan todos ellos. Todos ellos buscan en Mita un hombro en el que llorar, al que acudir, pero su actitud es la de permanecer impasible ante cualquier situación que haya en la casa, y la de responder y actuar con total claridad en todo momento. Al principio esto no hace sino enervar los ánimos, pero pronto todos los miembros de la familia descubren que la nueva empleada cumple, tal como les avisaron, cualquier orden que le sea dada, como les dice su jefa, “en un ejemplo extremo, si le ordenáis que mate a alguien, lo hará sin dudarlo”.
Mita es desde ese momento utilizada como una herramienta que usan todos los miembros de la familia para hacer o decir lo que les gustaría pero no se atreven. Eso da pie a muchos momentos de tensión en los que Mita permanece impasible y actúa con determinación, y así se crean momentos de violencia física, y sobretodo violencia verbal, especialmente desde los hijos hacia su padre.
Los ocho primero episodios son especialmente duros en ese sentido, en que la familia se quiebra cada vez más hasta quedar totalmente destrozada, llegando a lo más profundo del pozo.
Es muy curiosa la relación entre Mita y los niños de la familia, ya que con su actitud impávida y extremadamente reservada y su capacidad para responder cualquier pregunta de manera acertada (desde resolver un problema hasta nombrar a todas las AKB48) y hacer cualquier tarea a la perfección, les llama la curiosidad y quieren saber más de ella. Por otro lado, también les impone y les da miedo. Eso da pie a los momentos más ligeros de la serie, que también los hay y muchos.
Como serie de televisión, es muy poco convencional, a pesar de guardar algunas formas, sobretodo por el tono que se utiliza muy seco y directo, suceden cosas realmente duras con una naturalidad pasmosa, descoloca ver que uno de los hijos adolescentes le pegue un puñetazo a Mita, o que esta intente ahogar a otro niño siguiendo las ordenes del hijo menor. Y lo mismo con los diálogos, se dicen frases muy duras con total sinceridad. En otras manos esta serie podría haber dado un culebrón lacrimógeno impresionante, pero aquí se busca más llegar al alma que a la lágrima fácil.
Un elemento curioso es el de la banda sonora, ya que en algunos momentos sensibles suenan las melodías tristes, pero en momentos realmente especiales la música se detiene y escuchamos a los actores transmitir sus sentimientos sin el realce de la música; punto positivo para el director.
Comento que guarda las formas ya que hay elementos muy típicos de las series de televisión, como las frases que repite una y otra vez Mita, las escenas rutinarias que vemos en todos los episodios, o el hecho de que los primeros episodios estén centrados en cada uno de los hijos, aunque sigan totalmente la evolución de la historia central. También podrían entrar aquí la mayoría de los personajes secundarios, especialmente el “personaje cómico”, que esta vez es la tía de los niños, una profesora torpe a la que todo le sale mal. Poco a poco casi todos ellos tienen su momento de importancia en la serie.
Nanako Mitsushima merece todos los elogios posibles por este trabajo, por su manera de llenar de frialdad llena de tensión a Mita. Su interpretación es simplemente perfecta, capaz de mostrar la mayor impavidez y serenidad en sus actos, pero con una mirada llena de intensidad y sentimiento.
Del reparto me gustaría destacar a Shiori Kutsuna, que interpreta a la hija mayor de la familia, y a Taishi Nakagawa, el otro hijo mayor, ambos con muy buenos momentos de tensión, aunque el segundo tienda más a pasarse de vueltas, algo por otro lado natural para su personaje.
Punto aparte para Hiroki Hasegawa que interpreta el papel del padre de familia, un hombre débil, pusilánime, cobarde y cargado de culpas. Aunque desde luego no es el mejor actor del mundo y no le pone toda la fuerza a su papel, por lo menos no sobreactua, y cumple.
El guionista de la serie ya ha comentado que no va a haber más Mita más allá de los once episodios de la serie, y no hay previsto ni rodar continuación ni para la pequeña ni la gran pantalla, como tampoco un episodio especial.
La oferta de la NTV seguro que no le ha faltado, ya que la cadena ha conseguido gracias a los ratings de la serie robar la corona de cadena más vista del año a la Fuji Tv.
Que no os engañe la imagen del poster, o la sinopsis: “Kaseifu no Mita” esta llena de sentimiento. Una serie muy poco convencional que no puedo dejar de recomendar.
8´5 de 10
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8 comentarios:
Tras la anterior entrada y ahora esta reseña, me habéis convencido para apuntarlo. No lo conocía de nada hasta que le habéis dedicado estas entradas.
Tengo ganas de empezarla pronto a ver qué tal está :)
Gracias Coke! la verdad es que la empezamos después de leer su audiéncia espectacular, y nos enganchó de mala manera. Aunque durante su emisión leí que ya llevaba buen camino, no me atraía tampoco nada en absoluto, pero todo es mirar el primer episodio y conocer a Mita.
Un saludo :)
Bueno, me he visto cinco capítulos hasta ahora. No me ha atrapado con la pasión que a vosotros (sinó me la hubiese tragado en un dia, que no sería la primera vez)pero es cierto que engancha. La verdad es que la serie tiene unos grandes contrastes, por un lado Matsushima y su imperturbable cara y actitud psycho que te temes que termine la sere cargándose a toda la familia (tia incluida) a cuchillada limpia y situaciones muy tensas, y por otro los momentos familiares agradables y los lloriqueos sentimentales. Juega a combinar las dos facetas con mucha habilidad, tengo que reconocerlo, y creo que de eso viene su brutal éxito de audiencia.
Cuando la termine haber si me acuerdo de dar ya una opinión mas definitiva.
Se agradece mucho el comentario, Uli ^^ iba a escribir un par de cosas pero mejor que sea cuando la acabes que no quiero chafar nada ni que vayas con ideas preconcebidas.
De hecho mejor que no lo haga para no chafarsela a nadie xD
Hola!, se agradece mucho el punto de vista que has reseñado, con todo ello me entra mucha mas ganas de ver la serie. Sabes si algún blog esta publicando los capítulos para descargar?, si es así, podrías colocarlo por favor?^^. Muchas Gracias por tooodo !!=D
Hola amigo/a anónimo/a, de momento creo que no hay ningún fansub con ella... a ver si se animan :) la ví con subtitulos en inglés, creo que los podrás encontrar en d-addicts.
Gracias por el comentario :)
En Asia Team la están subtitulando, sólo llevan un capítulo y a mi, no sé si por las ganas que tenía y por lo que se viene hablando tanto, me ha gustado MUCHÍSIMO. Además acabo de terminar de ver Great Teacher Onizuka
y ver a Matsushima más madura y con un papel totalmente distinto (en los dos doramas creo que está maravillosa) ha sido increible. Y, por ultimo, el temazo musical del final es una pasada. No paro de escucharlo.
Si hemos visto que han empezado lo retwitteamos, nos hace mucha ilusion porque es una manera de llegar a mas personas y descubrir una serie tan buena como esta.
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